ÀLVAR BADIA

Ésta entrada de año está siendo especialmente dolorosa. La masacre en Palestina, donde el pueblo está siendo masacrado por los israelitas en un genocidio impune, nos está movilizando en un ejercicio, en una necesidad, de solidaridad internacionalista.

Al acudir a las concentraciones y manifestaciones encontramos a faltar al camarada imprescindible. Se nos ha muerto Àlvar Badia y su hueco será difícil de rellenar.

No quiero hacer una loa de Àlvar, no enumeraré sus meritos como comunista, como luchador por una sociedad más justa. Quiero decir de él, desde este blog, que es un blog personal, que siento la pérdida del amigo.

Se preocupó, como pocos, por los problemas que Carmen y yo tuvimos el año pasado y fue bálsamo y alegría en momentos muy complicados. Siempre el comentario optimista y su compañía. La compañía del amigo.

Dice Carmen que, aunque suene a tópico, se nos mueren los más buenos. Creo, con ella, que nunca podremos reemplazarlo. Tampoco queremos.

Te tendremos, durante mucho tiempo, presente como si pudieras entrar por la puerta y decirnos (como hacías siempre) “¿que pasa camaradas? ¿Cómo os trata la vida?

Gracias Àlvar, amigo.