Y es que no me lo puedo creer.....

Para solidarizarnos con los estudiantes encadenados y en huelga de hambre, que quieren evitar el cierre del comedor de la universidad, hemos ido hasta donde se encontraban.

En el camino mujeres desnudas vendían su cuerpo, travestis que invitaban al sexo, previo pago por supuesto. Todo ello en plena calle, como en un mercadillo de pueblo.

Por desgracia muchas muchachas prostituyendose.

Cuando llegamos nos damos abrazos solidarios y hay risas y complicidad. Tres tristes tiendas de acampada, posan en fila esperando otras que seguramente no llegaran.

Hay pases de rugby con entre los muchacos encadenados y algunos estudiantes se acercan a firmar.

De repente hace su aparición la guardía urbana, primero dos motos y se le suman 2 coches más.

Muy peripuestos piden por el encargado (sic) de la movida y, casi entre muslos y tetas, entre coitos mal resueltos y enfermedades venereas sueltan, sin verguenza alguna, que aquellas tres tiendas de campaña están contraviniendo la ordenanza municipal. "Señores, papeles" y, hala, todos a dar el carné.

Yo, desde un rincón, observo la escena, incrédulo y noto como me sonrojo por la vergüenza ajena. Pienso que es surrealista. Me froto los ojos primero de sorpresa y luego para evitar una carcajada (si la cólera me dejara).

Nos vamos por donde hemos venido. Las muchachas siguen buscando clientes, los proxenetas las van dejando situadas estratégicamente para chulearlas a conciencia.

Giro la cabeza, allí un corrillo de guardias cotejan sus notas entre entretenidos y divertidos. Nada pasa en la ciudad, solo media docena de solidarios molestan, pero poco.

Creo que me voy a la cama. Espero que los estudiantes no pasen frío y aguanten el hambre. Un abrazo para todos compañeros y un beso de buenas noches para ti, Aitor.