miércoles, 6 de junio de 2007

HISTORIA REPETIDA (Cuento de primavera Iª parte)


Dedicado a mis amigos de la Memória Histórica


Olvido es el nombre de un pueblo de la llanura. Su población vive de la agricultura y de la ganadería. Un poco de industria y un comercio que cada vez tiene mayor importancia.


Este año la cosecha ha sido considerable, así que las asociaciones de agricultores se reúnen con el Ayuntamiento para informarles de las necesidades que tienen y negociar en la capital un buen trato.


Les recibe el teniente de alcalde, Juan, que a su vez también es agricultor y conoce, antes de decir buenos días, las demandas del colectivo.


Tras una breve reunión se acuerda que sería muy bueno conseguir, harina, sal, cemento para construir la nueva acequia, tuberías para reponer el sistema de riego, un presupuesto extraordinario para construir una casa de acogida para los agricultores mayores y sin medios de subsistencia y otras cuantas peticiones. En cualquier caso se acuerda que existen tres peticiones que son innegociables: semillas, abonos y dos tractores para roturar los campos.


Con tal encargo, el amigo Juan se dirige a la capital y pide audiencia con el alcalde y el concejal de abastecimientos, los cuales, previendo una ardua negociación, le hacen esperar durante semanas. Finalmente le reciben y comienzan explicándole que este año no necesitan tanto la cosecha ya que están llegado a un acuerdo con otra provincia vecina que les facilitará varias toneladas de grano transgénico, más barato y con un calibre más grueso.


A Juan no se le escapa que la amenaza es parte de la negociación pero sabe que es cierto que las conversaciones con los otros agricultores se están produciendo. Asustado decide rebajar las peticiones y entrar de nuevo a negociar dejando olvidadas la acequia y el asilo.


Tras dos semanas de discusión ardorosa, Juan llama al pueblo y les comunica que por fin han llegado a un acuerdo para la venta del grano, que toma un tren y que ya pueden convocar la asamblea de las asociaciones de agricultores para informarles.


A las 7 de la tarde la sala de plenos del ayuntamiento de Olvido se encuentra atestada de labriegos. Juan toma la palabra y presenta a un eminente perito agrónomo de la capital, que veranea de vez en cuando en el pueblo y que ha prestado su ayuda a Juan en las complicadas negociaciones.


Satisfecho, Juan comunica a la asamblea que no es el acuerdo que quería conseguir pero que es el único que ha sido posible y que aun así es altamente positivo. Anuncia que se les entregará 200 toneladas de harina y 50 toneladas de sal, levantando vítores entre los asistentes. También anuncia la colocación de la primera piedra para el asilo si bien les informa que el resto de la obra entrará en el presupuesto dentro de 11 años. Los aplausos esta vez suenan algo desganados.

4 comentarios:

angelsmcastells dijo...

Enhorabona, Manuel! Un blog magnífic que no coneixia i des d'ara seguiré. Estic al.lucinant amb el món bloggista, i crec que és un instrument molt potent que encara està per descubrir. Una abraçada.

Xavi Cutillas dijo...

Olé Manuel. Molt guapo. Felicitats. T'enllaçaré des del meu també. Salut.

Bi100s dijo...

Hola Manolito:

Como es mi primer comentario a tu blog guardaré la acídez pese a lo fácil que me lo has puesto. Y no negaré mi envidia al valor de arriesgarte a escribir cositas al "aire" identificandote para tus amigos. A mi, en el mio, no me he atrevido. Claro que es mucho más cutre y bastorro. A ver si lo pulo y te lo doy algún día, aunque sus contenidos tengan poco aver con los tuyos que me parecen van a ser más "sesudos". Petonets.

Anónimo dijo...

Desde los sindicatos amarillos (y ya hace tiempo, ane ane ane la marimorena, los estómagos agradecidos "de clase") hasta partidos de más o menos presunta izquierda, pasando por los ineptos, esta figura del negociador-perdedor, vendido o no, es una constante en la evolución -no sangrienta últimamente por aquí; sí violenta, y cada vez más en todas partes: a cada uno su modelo- del capitalismo ambiente.

No sé si Juan era un buenazo, un capuyo o un cínico, pero al final, lo que dice la vieja de "Viva Zapata": "...llegan y se llevan nuestras gallinas y se follan a nuestras niñas." Sea quien sea. Como sea.

Pero jode más cuando el mamporrero es presuntamente de los tuyos. Los delatores siempre, los confites de la social, los infiltrados y agitadores... los "capos" en los campos...

Para vivir y negociar con la maldad hay que tenerlos convencidos de que estamos juntos y de que cabreados podemos ser mucho peor y poner en cuestión su calma cotidiana.

Y eso ya hace mucho tiempo que no pasa.

¡Viva Zapata! (¡y su comarca!)